
SANTO DOMINGO. En los últimos años, la Procuraduría General de la República ha intervenido diferentes establecimientos donde se estaban fabricando o distribuyendo medicamentos falsos o adulterados, sin embargo la gran interrogante de los fiscales es cómo los fabricantes obtienen la materia prima y las maquinarias para la elaboración.
El director de la Procuraduría Especializada en de Crímenes y Delitos contra la Salud (Pedecsa), Rafael Brito Peña, dependencia creada hace casi cuatro años, dijo que el negocio de los medicamentos falsos forma parte de una red de criminalidad organizada, cuyos cabecillas o integrantes son perseguidos por las autoridades.
Sin embargo, describió que más allá de las incautaciones o decomisos que se hagan, lo más importante para ellos es determinar cómo y dónde los que se dedican a ese delito, sancionado por el Código Penal Dominicano, consiguen la materia prima para fabricar medicamentos y estimulantes sexuales en sus diferentes presentaciones.
Brito Peña explicó que la materia prima, en dependencia del tipo, normalmente entra por diversas vías, algunas debidamente autorizadas para laboratorios conocidos y habilitados en el país, pero no descarta la posibilidad de que hayan podido entrar camuflajeados como otro producto. No descarta que otras pudieran ingresar por algunos puntos ciegos que existen en la frontera con Haití.
“Otra posibilidad es que en el país también algunos laboratorios legales pudieran distraer productos para este tipo de mafias. Y eso ya ocurría en un laboratorio que tuvimos que cerrar nosotros junto a Salud Pública con sentencias de los tribunales”, refirió.
El laboratorio al que se refiere el procurador es el Roflos, de Santiago de los Caballeros, clausurado en mayo del 2016 por incurrir en violación de lo establecido en la Ley General de Salud 42-01 y el reglamento sobre medicamentos, al encontrar durante un allanamiento materia prima vencida, medicamentos sin registro sanitario y medicamentos con registro sanitario correspondiente a otras medicinas